La sala de
práctica psicomotriz debería ser especifica y reservada para la misma. Un espacio en donde los niños puedan evolucionar libremente. Tiene que
ser luminosa, con buen mantenimiento; la sala y el material tienen que ser
atractivos y limpios. El psicomotricista se debe sentir bien ahí y vivir junto
con el niño el pacer de ser y existir.
¡Què interesante!!!
ResponderEliminarClara